Abarán, París, trampas.

          En otros tiempos ese titulo hubiese sido : Abarán, París, Londres ..., imponía muchísimo respeto esa frase, pero ahora en vez de pasar por Londres nos hemos quedado en trampas, que es donde nuestro querido (y que tan prospero fué) pueblo a llegado y, no como en otros tiempos que llegó a ser la envidia de la región. Hasta donde mis recuerdos llegan, o hasta donde me han contado y he leído, Abaran era un pueblo muy prospero, con trabajo para todos, he incluso tenían que venir de otros pueblos para abastecer la demanda de mano de obra. Teníamos un montón de fabricas de conserva, de maderas, unas cuantas mas que hoy de almacenes de frutas, fondas o posadas y,  un sin fin de otros comercios que hoy por desgracia ya no existen. Es de todos sabida la grandeza que nuestro pueblo llegó a tener, conocida en todas partes, cosa que ahora si mencionas su nombre, a no ser que sean de algún pueblo cercano, la gente se encoje de hombros. El forastero que haya conocido nuestra historia pasada y, vea en lo que nos hemos convertido ahora, no podrá dar crédito a sus ojos en cuanto hemos cambiado (para mal, claro) y, es que ahora no solo por la crisis que estamos pasando, sino ya bastantes años atrás, aquel potencial fué decayendo. Hemos conseguido que nuestro pueblo sea el último, echándonos delante pueblos mas pequeños y, es que por pequeños que sean, tienen un polígono industrial donde poder ofrecer trabajo e ingresos al pueblo, pero en Abarán, NO, señoras y señores, en Abarán, NO, ¿Y para que queremos nosotros un polígono industrial?, si tenemos miles de fincas de fruta por recoger, y empresarios dictadores que enriquecer. Por el contrario si algunas personas quisieran y tuviésemos ese polígono tan ansiado, muchas empresas se podrían instalar en el poligono y lo mas importante, crear empleo y calidad de vida, si señor si, calidad de vida, que los Abaraneros no tenemos, porque como quien dice para cuatro días de recogida de fruta que hay (que encima están mal pagados) no se puede tener mas que miseria y compañía, por no nombrar a  esas mujeres que trabajan en los almacenes de manipulado y envasado de frutas, que por supuesto y como es de costumbre, están mal pagadas y mal cotizadas a la Seguridad Social en la mayoría de los casos, porque no vamos a decir que todas la empresas funcionan igual, pero siempre hay alguna irregularidad, ya que todo aquello que te puedan quitar va, como decían aquellos humorista de televisión : "pa la saca", así cualquiera se hace rico. En fin no quiero profundizar demasiado en este tema ya que necesitaría decir cosas que quiza no debería. Así es el trabajo que hay en este sector desde hace ya muchos años, que poco a poco va mejorando, pero tan despacio que apenas se deja ver, aunque algunos dirán que todo no es así, pero otros y otras se verán reflejados en estas lineas. Pues eso es lo que nos han dejado ser, recolectores de frutas, y que nadie tendria por que avergonzarse, ni mucho menos, tan horrado es recolectar fruta, como ejercer de abogado, aunque sea del diablo, pero quien desee volar, por lo menos que no le corten las alas, ya que el ciudadano medio de Abaran no tiene muchas puertas donde tocar a no ser que decida irse fuera. De esta manera a estos empresarios la creación de un poligono industrial no les interesa, ya que el sector industrial les "robaría" los obreros necesarios para sus faenas, aunque actualmente estos empresarios prefieren contratar  trabajadores inmigrantes, no por pagarles menos, que eso estaria por demostrar, sino porque hacen todo aquello que les ordenan sin rechistar, como podria ser trabajar horas gratis. Así está  nuestro querido pueblo, sometido y sodomizado por unos cuantos empresarios que solo quieren tener a la gente disponible para su faena, y que gracias a su posición están deteniendo el crecimiento y bienestar de un pueblo, pueblo que no dejará de estar oprimido hasta el día que lleguen a tocar las puertas de San Pedro. Que ese dia y para siempre descansen en paz, AMEN.



                   
                                       Abarán a mediados del siglo XX